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Veteranos que buscan mantenerse en la pelota

Al Hecho. | Melky Cabrera, Francisco Liriano y Ervin Santana tienen mucho más en común que ser dominicanos, con sus orígenes en la región sur, ya que el primero nació en Haina, y los siguientes dos en San Cristóbal, y el año en que debutaron en las Mayores.

Este trío de criollos pertenece a una parte importante del entrenamiento de las Grandes Ligas, una que genera titulares cuando el protagonista puede decir “misión cumplida”. Esta fase de las Mayores tiene que ver con grandes contratos, preparación para la venidera contienda, expectativas de los respectivos conjuntos y, por igual, con ese grupo que busca quedar dentro de la nómina de 25 peloteros que se confecciona para el primer día de acción.

Melky, de 34 años, tuvo sus momentos estelares en el negocio, un patrullero que debutó en 2005 con los Yanquis de Nueva York, fue campeón con ellos en 2009, estuvo en un Juego de Estrellas y logró varios contratos buenos: uno por dos contiendas y 18 millones de dólares con Toronto y otro de 42 millones de dólares por tres campañas con los Medias Blancas de Chicago.

Para esta temporada obtuvo un pacto de liga menor con los Piratas de Pittsburgh. Si hace el equipo, devengará 1 millón 150 mil dólares. Fue inteligente al fichar con los Piratas debido a que el también dominicano Gregory Polanco, quien es jardinero regular, estará fuera hasta mediados de estación debido a una cirugía en un hombro.

Melky jugó en 2018 con Cleveland.

Liriano también hizo su entrada a las Mayores en 2005, cuando era un gran talento de los Mellizos de Minnesota desde la lomita. Al igual que Melky, el serpentinero zurdo de 35 años busca ganarse un puesto en la rotación de Pittsburgh, escuadra con la que estuvo desde 2013 hasta 2015, año en el que devengó un salario de 11 millones de dólares.

Si logra quedarse en el conjunto grande, su paga en este 2019 será de 1 millón 800 mil dólares.

En 2018, Liriano jugó con Detroit.

Santana es otro de la cosecha de 2005, a la sazón con los Angelinos de Anaheim, y ha ganado unos 112 millones de dólares en su carrera como lanzador. Su último gran contrato fue con Minnesota, que le dio cuatro años y 54 millones de dólares en 2014.

El derecho de 36 años pactó ayer con los Medias Blancas un acuerdo de liga menor y si hace el equipo, su paga según reportes de medios internacionales será más de cuatro millones de dólares.

Buscando el regreso

No muy lejos de ellos, otros dominicanos tejen sus sueños entre febrero y marzo.

Uno de ellos es Jordany Valdespín, quien tiene un contrato de liga menor, con invitación al entrenamiento en Minnesota.

Valdespín estuvo por última vez en GL en 2015 con los Marlins. El jardinero de 31 años fue el Jugador Más Valioso de la pasada contienda invernal con los Toros del Este. Ir al entrenamiento sin puesto es una batalla dura, pero muchos logran materializar el sueño de regresar a las Mayores.

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