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Magic Johnson dimite como presidente de los Lakers

Al Hecho. | Apenas dos años en el cargo. Eso es lo que ha estado  como presidente de los , cargo al que renunció este martes. El histórico mito de los , el base que maravilló a la NBA y al mundo entero en los años 80, no ha sido capaz de trasladar todo esa magia a los despachos. Magic dimite como presidente de los  y se va con la decepción mayúscula que ha vivido la franquicia en esta 2018-19, donde se han vuelto a quedar fuera de los playoffs por sexto curso seguido (la peor marca de siempre en la historia del equipo), a pesar de haber conseguido atraer para sí a , quizá el mejor movimiento de Magic al frente de unos Lakers a los que deja, clasificatoriamente hablando, casi en la misma situación que cuando asumió la presidencia, allá por febrero de 2017.

Emocionante rueda de prensa

No hubo filtraciones en los medios ni nada parecido. Fue el propio Magic quien antes de duelo entre los Lakers y los Blazers anunció su decisión, en una emotiva rueda de prensa que duró casi hora y media donde comentó que no se atrevía a decírselo ni al general manager  ni a Jeanie Buss porque temía que esta le convenciera para que no fuera hacia adelante. “Es como una hermana para mí”, aseguró sobre la relación con la propietaria de los Lakers, la misma que en ese febrero de 2017 le puso al mando de la institución en detrimento de Mitch Kupchak y del entonces vicepresidente Jim Buss, hermano de Jeanie.

“Quiero volver a divertirme”, señaló Magic sobre las presiones de un cargo que le ha traído muchos quebraderos de cabeza. “No es divertido para mí. Era más feliz cuando no era presidente de los Lakers”. Más allá de firmar a LeBron, un gran éxito para abrir la agencia libre de 2018, ese fue quizá el único logro de relumbrón en la gestión de Magic, quien desde su llegada preparó a la franquicia para que el 1 de julio de 2018 tuviera todo el margen salarial suficiente de cara a firmar a El Rey. Lo lograron los Lakers, pero no fueron capaces desde entonces de rodear a James de un equipo que pudiera pelear por estar en la post temporada. En febrero, Magic tropezó con la penúltima piedra de su gestión al no poder completar el fichaje de Anthony Davis, por quien ofreció a NOLA casi toda la plantilla de los Lakers a cambio, en diferentes propuestas que siempre encontraron el no como respuesta desde New Orleans.

El despido de Walton, la gota final

Los Lakers, en plena búsqueda de entrenador, con nombres como el de Jason Kidd asomando de fondo, tenían decidido despedir a Luke Walton al término de la temporada, un extremo que ha confirmado hace pocas horas Adrian Wojnarowski, para ESPN. Sin embargo, ese movimiento no llevará la firma oficial de Magic, quien se ha adelantado al despido de Walton renunciando él mismo a su trabajo. Posiblemente los días del todavía técnico de los Lakers están contados en Los Angeles, pero Magic, conocedor de la gran relación entre Jeanie Buss y Walton, no ha sido capaz de completar la liquidación de Walton.

Magic, eso sí, reconoció que principio de temporada Walton y él tuvieron una reunión “dura”, pero que tras aquel episodio todo ha marchado “bien” y no ha tenido “ningún problema” con Luke. “La gente creía que teníamos problemas, pero no los hemos tenido”.

Un puesto que nunca se terminó de ajustar a su perfil

“A este lado del deporte (como presidente) tenía que influir en la vida de alguien. No es lo que soy”. Cristalinas declaraciones sobre lo que han supuesto los dos años en el cargo para Johnson, quien ha vivido la cara dura y sin concesiones del deporte. Y se ha dado cuenta de que no era lo suyo revelando también que no estaba cómodo no pudiendo felicitar a jugadores como Russell Westbrook por su 20-20-20, a D’Angelo Russell por ser All-Star o ayudar a jugadores jóvenes que se lo pidan. “Ahora soy libre. Es un buen día para mí”.

Al hilo del traspaso de D’Angelo, una de sus decisiones más complicadas, explicó parte de las motivaciones de hacer ese movimiento y dijo que lamentaba no haberle podido felicitarle por ser All-Star, pero que lo hacía ahora a la vez que decía que ahora habían visto madurar a D’Angelo. “Siempre tuvo el talento para anotar, pero era inmaduro. Ahora ha crecido y por eso es un All-Star”, dijo. “Pero con el espacio salarial conseguimos a LeBron. Solo teníamos dinero para acuerdos de un año y los tiradores estaban consiguiente acuerdos de tres años, así que no iban a aceptar nuestras propuestas de un año pudiendo firmar tres”.

Magic también afirmo que la situación respecto a Anthony Davis “no ha tenido nada que ver” con su decisión. “Queríamos mejorar al equipo. Ese es mi trabajo. Entonces empezasteis (la prensa) a decir que ‘Oh, los chicos jóvenes’. Los chicos jóvenes mejor que crezcan rápido. Esto es parte del baloncesto, de los deportes. Es parte de la vida. Cuando entras al deporte profesional y entras en la NBA, tu nombre siempre va a sonar en traspaso. Y tienes que lidiar con ello. Déjate el culo y juega. Hay que darles crédito porque lo hicieron. Les tomó una semana o dos hacerlo, pero antes de que Brandon Ingram se lesionase esta jugando de manera increíble. Hizo como dos o tres semanas tremendas. Si puede llegar a ese nivel y mantenerlo el año que viene será All-Star”.

Lo cierto es que según Wojnarowski, Johnson nunca terminó de ponerse el traje de presidente de los Lakers, no al nivel que exige una responsabilidad así. El periodista de ESPN apunta que Magic tenía horarios limitados de oficina, no hacía suficiente trabajo de scouting y se ausentaba y alejaba del equipo en ocasiones, algo que no casa con la plena dedicación que debe tener un presidente de una franquicia de la NBA, de una franquicia legendaria como los Lakers que siguen viviendo días de zozobra y a los que les cuesta recuperar la senda de la gloria que no hace tanto tiempo abrazaban de manera permanente. ¿El balance durante el tiempo que Magic ha sido presidente? 79-108, un 42,2% de victorias.

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