Los Thunder se quedan a un partido del abismo
Al Hecho. | Otra decepcionante temporada se asoma en el horizonte para OKC. Anoche cayeron en casa ante los Blazers y ahora viajarán a Portland sin red, con 3-1 en contra y con la realidad dura de que una derrota les manda a casa en primer ronda. Otra vez (98-111).
La pareja McCollum-Lillard
Están ganando la serie y los duelos a Paul George y Russell Westbrook y tienen la cabeza de Oklahoma ya en la guillotina para rematar la jugada este martes. Entre Damian Lillard y C.J. McCollum sumaron 50 de los 111 puntos de los Blazers. Lillard, 24 tantos y 4/8 en triples y McCollum, 27 unidades y 5/9 desde el perímtero, solo encontraron respuesta real en Paul George, 32 unidades para los Thunder. Porque Russell Westbrook y su 5/21 en tiros de campo fueron de nuevo una decepción estadística en el lado de OKC. The Brodie disputó 40 minutos y acabó con 14 puntos (1 solo en la segunda mitad), 9 rebotes y 7 asistencias. Insuficiente a todas luces.
Lillard revienta el partido
Quizá no se hable de él como si de una estrella se tratase. Pero lo es. Al igual que Portland, Damian Lillard no recibe todos los focos que otros sí abrazan, pero eso no supone que no sea uno de los jugadores de primer nivel del campeonato. Ayer lo volvió a demostrar con 15 puntos en el tercer cuarto que destrozaron a los Thunder. Mientras Lillard iba a lo suyo, tras una mala primera mitad, OKC no era capaz de contestar con la misma consistencia. Y perdió el partido. De 46-50 a 68-79. La tragedia deportiva en Oklahoma era un hecho, quizá representada en el 0/7 en tiros de campo que hizo Westbrook en la segunda mitad y que estropeó lo que había sido un buen arranque de jornada para él.
Portland desde la vuelta de los vestuarios demostró que estaba más cómodo sobre el parqué, más confiado, con mejor selección de tiro, ideas más claras y ejecuciones más solventes. Oklahoma, más precipitado, más a impulsos, naufragó. Ahora tienen la espada sobre ellos. Y parece muy difícil que los Thunder levanten este 3-1. Lo sabremos a partir del martes, en Portland, donde puede ponerse punto y final a la serie.
La reivindicación de McCollum
Otro secundario, en el sentido de que posiblemente no se hable de él tanto como merece. Lleva un curso formidable, confirmado en estos playoffs y en actuaciones como la del cuarto partido. Tras ese choque, en la rueda de prensa, rememoró tiempos más duros para él y para Portland, como fue el 4-0 encajado en 2018 en la primera ronda ante NOLA. “Fuimos barridos. Estaba en la televisión todo el día. Hablablan de mí, de ser traspasado, de que no podíamos ganar juntos. Volé a Europa a ver a mi hermano jugar porque la temporada terminó demasiado pronto. Y le dije que este año no podría hacerlo”. El escolta y sus Blazers están a un partido de que esa pequeña profecía de McCollum se cumpla.