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Los negociadores de Maduro y Guaidó se reunirán esta semana en Oslo

Al Hecho. | Dos comisiones delegadas del chavismo y la oposición venezolana iniciarán esta semana su primera reunión de trabajo “cara a cara”, en Oslo, Noruega, en el marco de una ronda de conversaciones auspiciadas por la Cancillería de ese país para intentar producir un acuerdo político que permita al país  sudamericano trascender la grave crisis social, económica y política que lo aqueja.

El propio Juan Guaidó, jefe de la Asamblea Nacional reconocido como presidente interino de Venezuela por más de 50 Gobiernos, confirmó esta sábado la noticia. Los dirigentes opositores decidieron asumir abiertamente su presencia en la convocatoria una vez que la información se filtrara a la opinión pública, en la cual hay un sector muy renuente a cualquier tipo de aproximación negociada con Nicolás Maduro.

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Agradezco al gobierno de Noruega por sus esfuerzos para avanzar en los diálogos por la Paz y la estabilidad de Venezuela. Sale hacia Oslo nuestra delegación con buena disposición para trabajar la agenda integral acordada y avanzar en la construcción de buenos acuerdos.
Los portavoces de Guaidó han afirmado que conversarán “tanto con el Gobierno de Noruega como con representantes del régimen”. Las gestiones mediadoras del país europeo llevan un tiempo sobre el tablero, desarrollándose de forma discreta. En las últimas semanas, los representantes de ambas partes se habían reunido por separado con representantes de la Cancillería noruega para colocar sobre la mesa los puntos fundamentales de las sesiones de trabajo.

Hace poco, también Nicolás Maduro se manifestó sobre la cita. “Sale a Oslo nuestra delegación con buena disposición para trabajar en la agenda integral y acordada y avanzar en la construcción de nuevos acuerdos”, escribió en Twitter.  Representando a Maduro estarán su ministro de Comunicaciones, Jorge Rodríguez –uno de sus operadores políticos por excelencia-, el gobernador del estado Miranda, Héctor Rodríguez, y el canciller, Jorge Arraeza. Por la pposición estarán el exalcalde capitalino Gerardo Blyde; el exrector del Consejo Nacional Electoral, Vicente Díaz; el ingeniero y exministro Fernando Martínez Mottola y el actual vicepresidente de la Asamblea Nacional, Stalin González.

Las autoridades noruegas, que se han ido especializando en la mediación de conflictos internacionales, han declarado que mantienen su compromiso de “seguir ayudando a la búsqueda de una solución acordada entre las partes para Venezuela”, de las que elogio sus “esfuerzos” y “buena disposición”.

Después del rotundo fracaso de varios intentos en el pasado, la opinión pública venezolana ha recibido los anuncios de diálogo con claro desinterés y pesimismo. En parte importante de la sociedad se interpreta que Maduro se apoyará en las gestiones para descomprimir la presión y ganar tiempo para su causa, y que el chavismo no depondrá jamás su postura en ninguno de los aspectos que comprende la usurpación de funciones en la Presidencia de la República.

Conscientes de que es Maduro el que ha especulado con las circunstancias en el pasado y estaría llamado a presentar una respuesta en las conversaciones, en la dirigencia de la oposición parece estar tomada la decisión de intensificar la presión política con las comunidad internacional si las conversaciones llegaran a fracasar, evento que muchos de ellos consideran muy probable. La única baza válida para un acuerdo solvente descansa en la consigna que siempre invoca el propio Guaidó: “cese de la usurpación, gobierno de transición y elecciones libres”.

La decisión de asistir a las conversaciones ha sido tomada por Gauidó  y cuenta con el respaldo de la clara mayoría de los partidos de la oposición y del mismo Leopoldo López. El vicepresidente de los Estados Unidos, Mike Pence, y el secretario general de la Organización de Estados Americanos, Luis Almagro, han desaconsejado y criticado la presencia opositora en Noruega

El desarrollo de estas tentativas pudiera tener un ritmo más lento que las urgencias que reclama la crisis social venezolana, y eso perturba a muchos opositores. En las primeras de cambio se habían filtrado versiones que deban cuenta de un presunto interés en la delegación de Maduro por ceder terreno y amarrar un acuerdo que les alivie el peso de lar crisis. Sin embargo, algunos actores internaciones vinculados al Grupo de Contacto se habían reunido en el tiempo reciente con Nicolás Maduro en el Palacio de Miraflores, en Caracas, y han comentado públicamente sus reservas y preocupación ante la manifiesta renuencia que tiene Maduro en aceptar la ilegitimidad de su cargo, su responsabilidad en la crisis venezolana, o en pactar una consulta electoral justa, en la cual todos los actores políticos puedan participar sin presiones ni intermediaciones, y todo el país pueda atenerse razonablemente a un resultado electoral.

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