Los Lakers ya saben ganar sin LeBron James
Al Hecho, Los Angeles. | Tras la lesión de LeBron James el pasado 25 de diciembre, los Lakers perdieron sus dos siguientes partidos sin el genio de Akron. Ayer, tercera cita con James de baja, justo en el día en el que El Rey cumplía 34 años. Y como mejor regalo para su estrella, la franquicia angelina derrotó a los Kings (121-114), para cortar una pequeña racha de 0-2, vengarse de la derrota contra Sacramento del pasado jueves y colocarse sextos de Oeste con 21-16. Los Kings, novenos y 19-17.
Los Lakers, con personalidad en el último cuarto
Un buen partido de ambos contendientes resuelto en un gran último cuarto por parte de los angelinos. Tras haber arrancado bien la jornada e irse por delante en el primer cuarto (37-31), los de Luke Walton cedieron terreno conforme pasaban los minutos. Ya al descanso, 64-68, marcador no mejorado a la conclusión del tercer asalto (92-96). Y se podían dar por satisfechos unos Lakers que llegaron a ir perdiendo en este tramo por 11 tantos.
Sin embargo, en el cuarto definitivo, en un arranque de personalidad de una plantilla que necesita sumar sin LeBron James, los Lakers dejaron resuelto el partido con un 29-18 en los últimos 12 minutos. Nombres importantes que consolidaron el éxito de los Lakers fueron Josh Hart, quien firmó 22 puntos, 7 rebotes y 3 asistencias, Kyle Kuzma, que dejó 18 puntos, 9 rebotes y 6 pases de canasta, Brandon Ingram, merodeando el triple-doble con 21 tantos, 7 rebotes, 9 asistencias y 9/13 en tiros de campo y, sobre todo, Kentavious Caldwell-Pope.
El de Georgia no solo fue el máximo anotador del encuentro, con 26 puntos, su mejor marca de la campaña, sino que fue decisivo a la hora de ahogar a Bogdan Bogdanovic en los momentos decisivos, y así impedir que el balcánico volviera a arruinar todo para los Lakers como ya hiciera con esa canasta sobre la bocina el pasado jueves 27 de diciembre.
En los Kings, De’Aaron Fox igualó la marca anotador de Caldwell-Pope con 26 unidades y un gran 12-19 en tiros de campo, eso sí, insuficiente para unos Kings que no obstante siguen muy vivos en el Oeste, a 0,5 partidos de los puestos de playoffs.