Los Lakers se llevan el duelo de triples-dobles entre LeBron y Doncic

Al Hecho. | Highlights, grandes actuaciones individuales, sangre, cinco minutos extra y una canasta sobre la bocina. Todo esto y más regaló a los espectadores el duelo entre Mavericks y Lakers, que se saldó con victoria para los segundos por 110-119, la cuarta en lo que va de curso, que les coloca al frente del Oeste empatados con los San Antonio Spurs. Los angelinos sufrieron ante un rival joven y con ganas de dejar triunfos importantes en su currículum, pero lograron sacar adelante uno de esos choques que ayudan a forjar a un equipo ganador.

Cara a cara de LeBron y Doncic

Y si lo hicieron fue gracias a que contaron con la mejor actuación de LeBron James en lo que va de curso. El alero firmó su récord de la temporada en anotación (39), asistencias (16), rebotes (12) y robos (4), logrando así su primer triple-doble y liderando a los suyos en todos los sentidos. Aunque hayan llegado muchas piezas en verano, estos continúan siendo los Lakers de James, que asumió y delegó responsabilidades según convenía y fue director y ejecutor de los mejores tramos de los suyos.

No obstante, había frente a él un joven esloveno dispuesto a obligarle a dar cada vez más. Luka Doncic se atrevió a mirar a la cara a una de las mejores versiones del de Akron, y alcanzó también un triple-doble que le hace formar parte de la historia de la NBA. Con 31 puntos, 15 asistencias y 13 rebotes en su haber, el base logró este registro por décima vez en su carrera, convirtiéndose en el único jugador en alcanzar los 10 triples-dobles a los 20 años y haciendo cada vez más difícil imaginar un techo para su trayectoria.

La enorme actuación de Luka, que acabó con puntos de sutura en la cabeza tras un choque con Howard, permitió a los suyos llegar al final no solo con opciones, sino con el partido prácticamente en la mano. Un triple de Dorian Finney-Smith tras asistencia del esloveno colocó el 102-100 en el marcador con medio minuto por jugarse, y el posterior fallo de Avery Bradley obligó a los Lakers a hacer falta sobre Norman Powell, quien viajó a la línea de personal con la posibilidad de dar a los suyos una ventaja de cuatro puntos a falta de 6,4 segundos que se antojaba casi definitiva. Pero no lo hizo.

Green salva, James remata

El canadiense convirtió solo uno de sus lanzamientos desde el 4,60, dando así al cuadro angelino la opción de forzar el tiempo extra con un triple. La pizarra de Vogel fue simple pero efectiva: balón a LeBron para que atacase el aro y atrajese defensores, bloqueo indirecto de Howard a Danny Green para que este recibiese solo en la esquina, y que pasase lo que tuviese que pasar.

Y lo que pasó es que escolta hizo lo que mejor sabe, que es acertar. Con una calma impropia de alguien a quien le resta un segundo para lanzar, Green fintó para hacer volar a Seth Curry, se levantó, y colocó el empate a 103 sobre la bocina sin concederse ni un segundo para grandes celebraciones. Al fin y al cabo, el trabajo aún no estaba hecho.

Sería el propio James el encargado de rematarlo, pues el alero anotó o asistió en 13 de los 16 puntos de los suyos en la prórroga. Estuvo apoyado por Anthony Davis, quien anotó en el tiempo extra 6 de sus 31 tantos y sirvió de perfecto acompañante en un dúo que cada vez pinta mejor y que, por ende, hace pintar cada vez mejor a los propios Lakers. Solo un equipo ganó, pero los dos dejaron grandes sensaciones y motivos para esperar grandes cosas, lo cual, con solo cinco partidos disputados, es sin duda una buena señal.