Los Blazers salvan el ‘match ball’ y habrá séptimo partido en Denver
Al Hecho. | El segundo encuentro de esta madrugada dejó la misma consecuencia que su predecesor: un inminente Game 7. Al igual que hicieron los 76ers, los Portland Trail Blazers evitaron la eliminación en el sexto partido, imponiéndose a los Denver Nuggets por 119-108 tras una gran segunda parte. El duelo decisivo tendrá lugar la madrugada del domingo al lunes, que podría ofrecer hasta tres séptimos partidos si los Rockets derrotan esta noche a los Golden State Warriors.
Gran noche para el ‘backcourt’
El cuadro de Stotts, como es costumbre, estuvo liderado por la gran actuación de Damian Lillard y C.J. McCollum. El base no jugó su encuentro más regular, pero vivió explosión anotadora en el tercer cuarto que llevó el delirio a las gradas del Moda Center y permitió a los suyos mantenerse al frente pese al buen hacer de los de Colorado. 17 de sus 32 puntos llegaron en este periodo, en el que ofreció un recital de triples de larga distancia que ya son marca de la casa.
McCollum, por su parte, anotó 30 tantos, varios de ellos en el tramo final del choque. El escolta, con una canasta complicadísima a la media vuelta y un triple sobre Murray, se encargó de poner el punto y final al partido en los últimos minutos, impidiendo que Denver pudiese buscar la remontada con un arreón final.
No obstante, las dos estrellas de Portland no fueron los únicos jugadores en brillar. Rodney Hood, con 25 puntos, se encargó de sostener a la segundad unidad de los locales, que arrasó a la de los Nuggets por 42-13, y fue su irrupción en el último cuarto la que llevó la ventaja de los Blazers por encima de los 10 tantos por primera vez en todo el encuentro. La de anoche fue su máxima anotación en un partido de playoffs, y se confirmó como un jugador con un potencial desequilibrante que seguramente reciba muchas llamadas este verano.
Cinco hombres contra el mundo
En Denver, por el contrario, el papel de la segunda unidad fue prácticamente anecdótico. Will Barton, el suplente que más jugó, saldó sus minutos en pista con un -25, y en total el banquillo de Malone solo pudo aportar 13 puntos y 9 rebotes, lo que dejó un peso excesivo en manos de los titulares. De ellos, solo Torrey Craig disputó menos de 36 minutos, una carga de esfuerzo que no encontró el premio deseado.
El mejor de los Nuggets fue Nikola Jokic, que se quedó a las puertas de un nuevo triple-doble tras terminar con 29 puntos, 12 rebotes y 8 asistencias. Jugó también un buen partido Jamal Murray, autor de 24 tantos y 10 rebotes, mientras que Paul Millsap y Gary Harris terminaron con 17 y 15 puntos respectivamente aunque con malos porcentajes de tiro (8/26 entre ambos).
Un ‘déjà-vu’ y todo lo contrario
Tras haber derrotado a San Antonio en siete partidos en la primera ronda, Denver volverá a enfrentarse a un Game 7apenas dos semanas después, lo cual presenta una doble lectura. Por un lado, ya han demostrado que, pese a ser un equipo joven, no se achantan ante situaciones comprometidas, pues de hecho su falta de experiencia era uno de los factores que más podía jugarles en contra ante los Spurs de Popovich. Por el contrario, la carga de minutos puede pesar bastante, pues lo tres jugadores que más han jugado en estos playoffs llevan la camiseta de los Nuggets (Jokic, Harris y Murray).
En Portland, hay que remontarse varios años para encontrar experiencias en un Game 7. La última vez que los Blazers se enfrentaron a uno fue en 2003, cuando cayeron ante los Mavericks por 107-95 y se quedaron a las puertas de ser el único equipo de la historia en remontar un 3-0. Para encontrar su último triunfo en un séptimo encuentro hay que remontarse a 1990, año en que derrotaron por 4-3 a los Spurs en las Semifinales del Oeste. De los integrantes de la plantilla, solo Evan Turner había nacido en aquel momento.
El domingo se presenta una oportunidad única para ambas franquicias. El vencedor pondrá la guinda a una temporada sobresaliente en cualquier caso, y podrá buscar un premio aún mayor que, independientemente del rival, se antoja ya más complicado.