Guaidó se vuelca en disipar las dudas sobre su estrategia y el diálogo con el chavismo
Al Hecho. | Juan Guaidó intentó la noche de este martes lanzar un mensaje de optimismo a sus seguidores. Después de meses de pulso con el Gobierno de Nicolás Maduro, el presidente del Parlamento de Venezuela se lanzó a disipar las dudas generadas por el impasse político e institucional en el que está sumido el país. Su estrategia le llevó a ser reconocido como mandatario interino por más de 50 Estados extranjeros, pero desde el pasado enero se ha enfrentado a los fantasmas del estancamiento, la desmovilización y, en definitiva, del miedo al fracaso frente al régimen chavista, que se mantiene en el poder. Esta semana es importante por las decisiones adoptadas en torno al diálogo entre las partes, una hipótesis que siempre ha despertado los recelos del ala más radical de la oposición.
Las delegaciones enviadas por Guaidó y por Maduro exploran la posibilidad de una negociación en la isla de Barbados bajo el auspicio de Noruega. Un paso, que no supone el único movimiento de la Asamblea Nacional, que ha alimentado expectativas y al mismo tiempo cierta desconfianza. «Nos falta vencer un enemigo más, la desesperanza, la desconfianza. El régimen está aislado, solo, derrotado, incluso dividido», afirmó el jefe del poder legislativo en un vídeo difundido en las rede sociales. «Mientras nosotros nos mantengamos unidos y movilizados vamos a lograr cambiar Venezuela», advirtió, aun concediendo la inquietud de algunos sectores opositores.
«Entiendo que tangan dudas, naturales, que pueden generar procesos como el de Oslo, procesos como la implementación del TIAR [un tratado interamericano de asistencia recíproca que abre la puerta a una intervención], incluso la calle, incluso el Grupo Internacional de Contacto», reconoció Guaidó, quien horas antes se había reunido con el enviado especial de esta última iniciativa, impulsada por la Unión Europea, el diplomático uruguayo Enrique Iglesias. Su reunión, dijo, se enmarca en los intentos emprendidos en varios frentes. Pero en este caso hay una novedad. «La gran diferencia en este proceso es la presión que hemos logrado y debemos aumentar, que el mundo reconoce la situación de nuestro país y está comprometido con lograr soluciones. Nos corresponde trabajar en todos los espacios que nos permitan salir de la tragedia».
Guaidó recordó las dudas que hubo a principios de año, cuando asumió el cargo de jefe del Parlamento de mayoría opositora. Incertidumbre alrededor de la celebración de asambleas vecinales conocidas como cabildos o sobre la juramentación del 23 de enero. «Hoy sabemos», dijo, «que los cabildos nos llevaron a movilizar y ejercer una gran mayoría este 2019. Hoy sabemos que el mundo está con nosotros, que nos acompaña. Hoy sabemos que podemos tomar el control de nuestros activos en el mundo para que no se los sigan saqueando y robando», manifestó. También aludió a los recelos que provocó la visita de la alta comisionada de Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Michelle Bachelet, antes de que emitiera un informe demoledor sobre la gestión del chavismo.
«De nuevo, hermana, hermano, no dudemos, no dudemos de nosotros mismos, de lo que hemos construido, de las capacidades que tenemos hoy», insistió Guaidó. «Vamos a estar en este proceso juntos como estamos, vamos a estar y vamos a salir juntos de esta crisis. Tenemos una sola estrategia enmarcada en el cese de la usurpación, Gobierno de transición y elecciones libres. Vamos a lograrlo».
Enrique Iglesias también se citó con el presidente Maduro, que ya el lunes se mostró «muy optimista» sobre los contactos de las delegaciones en Barbados, que ya se iniciaron hace semanas en Oslo. Aunque no informó con detalle del encuentro con el enviado de la Unión Europea, aseguró en Twitter que se trató de una «extraordinaria reunión de trabajo», situándola en un «espacio que promueve e impulsa la cooperación y el apoyo internacional a favor de la unión, el entendimiento y la paz nacional».