Davis jugó, destacó y descansó en un partido ajustado
Al Hecho. | Terminó el mercado de traspasos y pocos jugadores acaparan más la actualidad que Anthony Davis, el mismo protagonista que los días anteriores. El ala-pívot de New Orleans jugó por primera vez un partido en la NBA desde que se lesionase el pasado 18 de enero, pero detrás de todo el proceso de su retorno a las pistas y cómo se ha producido hay mucho que contar.
Cuando Davis pidió el traspaso el 28 de enero, los Pelicans comenzaron a valorar la opción de que el jugador no volviese a vestir la camiseta de New Orleans fuera traspasado o no, pero aquella idea no iba con Davis. El jugador dijo públicamente que su deseo era seguir jugando hasta que su etapa en los Pelicans terminase y poco después, según ha podido saber ESPN, el representante de Davis, Rich Paul, habló con la NBA para expresar su preocupación por si los Pelicans decidían que Davis no jugase más en caso de no haber traspaso. Y no lo hubo.
Toda la atención recibida por Davis, la llamada de su representante y el deseo del jugador hicieron que la Liga recordase a los Pelicans que Davis debía jugar y que existe una regla que permite sancionar a los equipos con 100.000 dólares por partidoen caso de que sienten a un jugador sin problemas físicos.
Dada la situación, de acuerdo a ESPN los Pelicans se reunieron con Davis y establecieron las líneas maestras de aquí al final de temporada con acuerdo entre las dos partes y el beneplácito tácito de la NBA: Davis jugará y será titular, pero de cara a protegerle lo máximo posible de posibles percances físicos lo hará con minutos limitados y no disputará back-to-back alguno.
Su primer encuentro, repleto de abucheos y aplausos
Así pues, tras dos partidos sin jugar pese a tener el alta médica, Davis regresó con los Pelicans este viernes en la victoria de su equipo ante Minnesota por 122 a 117. Davis fue titular, pero apenas disputó 25 minutos y no saltó a la pista en el último cuarto aunque el marcador se mantuviera igualado hasta el final.
“Creo que la sorpresa sobre lo relacionado con todo esta situación ha terminado”, dijo Alvin Gentry, técnico de los Pelicans. “Claro que dijo que no quería estar aquí y ser traspasado, todo eso se sabe. Ahora lo que queremos es normalidad en la situación”.
Pero alrededor de Davis no hubo normalidad. En las presentaciones hubo mezcla de abucheos y aplausos y durante el partido más de lo mismo. Las primeras veces que tocó el balón recibió abucheos, los cuales se transformaban en aplausos de inmediato cuando Davis encestaba una canasta, algo que pasó en la mayoría de ocasiones en las que el ala-pívot atacó el aro rival. Para más inri, Davis anotó 10 de los primeros 12 puntos de su equipo.
En el tiempo que pudo jugar Davis se mostró como el mejor jugador de ambos equipos. Tras iniciar de manera fulgurante la noche, al descanso ya había sumado 24 puntos y su estadística definitiva, con 32 puntos, 9 rebotes y 3 tapones después de anotar 11 de 15 en tiros de campo, corrobora una actuación magnífica durante el tiempo que le dejaron participar. Era la primera vez en su carrera que Davis anotaba al menos 30 puntos en 25 minutos o menos, por lo que no es aventurado pensar que si Davis hubiese disputado los 37 minutos que ha promediado esta temporada podría haber alcanzado los 40 puntos con facilidad.
Davis no jugará este sábado en Memphis y seguirá en el ojo del huracán durante mucho tiempo dependiendo de cómo gestionen los Pelicans sus minutos. New Orleans (25-31) posee en estos momentos el noveno peor balance de la NBA y su marca en el último tercio de la temporada tendrá una influencia decisiva tanto en puestos de playoffs —los Pelicans disputarán 17 encuentros contra equipos que luchan por acceder a las eliminatorias— como en la clasificación final de cara a la lotería del Draft.