Cómo funciona «la banca en la sombra» y por qué podría detonar la próxima gran crisis mundial
Como un elefante haciendo equilibrio, el sistema financiero suele estar expuesto al riesgo. El problema es cuando hay pocas pistas para anticiparse a una eventual crisis.
Y es aún más inquietante cuando existe una intrincada arquitectura financiera que en sus recovecos esconde las semillas de una potencial recesión, como lo que ocurrió con las «hipotecas tóxicas» hace 10 años.
Desde ese momento los bancos quedaron en la mira, y aunque fueron creadas regulaciones para disminuir los riesgos, el peligro de una nueva corrida bursátil no desaparece.
Pero como en los últimos años las tasas de interés han estado bajas y, en consecuencia, el crédito más barato, algunos expertos advierten que el nivel de endeudamiento global en el sistema financiero puede estar incubando las condiciones para una nueva crisis.
«Si yo soy un banco y presto demasiado dinero, lo primero que ocurre es que se produce un boom de crédito. Después, cuando prestaste demasiado y no puedes pagar, viene la crisis», le dice a BBC Mundo Paul Moran, profesor del Instituto de Estudios Bursátiles (IEB).
«El crédito es como las drogas. Te haces adicto a que te presten más y más dinero. Es como la gula, cuando comes demasiado, se infla el sistema de créditos y en cualquier momento explota».
Si fueran «créditos sanos» con respaldo en capital, no tendría por qué ser una mala noticia. El problema, dice Moran, es que existe la «banca en la sombra», conocida en inglés como el «shadow banking».
Es un mercado paralelo, no regulado, donde instituciones no bancarias prestan dinero en condiciones de alto riesgo y alta rentabilidad, como por ejemplo, los fondos de inversión.
Como estos préstamos son transacciones privadas, nadie los controla.
«Deuda que se paga con deuda»
Por ejemplo, un banco le pide crédito a un fondo de inversión para —a su vez— prestarle a una empresa. Pide crédito para dar crédito, pero, ¿qué pasa cuando el banco no tiene cómo pagar?
Si el banco dio como garantía sus bonos, es decir, la deuda de sus clientes, es una transacción peligrosa. Legal, pero peligrosa.
«Deuda que se paga con deuda», advierte Moran, lo que técnicamente se conoce como «garantía adicional o garantía prendaria», un mecanismo financiero que puede estar respaldado en humo.
Como estas operaciones extra bancarias «o en la sombra» no están sometidas a las regulaciones tradicionales, muchas veces no queda registro de la cantidad de dinero que se mueve en esas transacciones.
Son un secreto que puede convertirse en una bomba de tiempo.
Vía | Cecilia Barría