Aquino: “Yo sabía que mi tiempo iba a llegar”
Al Hecho. | La esperanza es lo último que se pierde. La fe es el sostén ideal para aferrarse a lo que lleva tiempo en la lista de anhelos.
Arístides Aquino se mantuvo con ambas durante un peregrinaje que pasó de siete años en las menores.
“Yo sabía que mi tiempo iba a llegar. El tiempo de Dios es perfecto”, dijo Aquino a elCaribe ayer, cuando se convirtió en el jugador que más rápido llega a los 15 jonrones en cuanto a turnos se refiere. Necesitó de 122, superando la marca anterior de 135, establecida la pasada campaña por Rhys Hoskins, de los Filis de Filadelfia, quien estaba en acción ayer contra el dominicano en Cincinnati.
“Yo le pedía mucho a Dios que me mantuviera humilde y enfocado, trabajando fuerte para cuando llegara mi momento aprovecharlo al máximo”, comentó por la vía telefónica el jardinero que ha azotado el picheo de las Mayores desde que fue convocado el primero de agosto por los Rojos.
El espigado jugador de 6´-4´´ de estatura y 25 años de edad debutó el año pasado con este equipo, apenas participó en un partido. Desde que firmó en 2011 con la organización de Cincinnati, Aquino era una constante en el sistema minoritario.
Mientras los Rojos convocaban un mar de talento, el nativo de Villa Mella, residente del sector La Javilla, continuaba con un periplo que había comenzado en la Liga de Verano de la República Dominicana y donde pasó dos años hasta que en 2013 viajó hacia Arizona para participar en la liga de novatos.
Este año llevaba 28 cuadrangulares con la sucursal Triple A (Louisville) y todo indica que en Cincinnati se dieron cuenta que era hora de cambiar al cubano Yasiel Puig para hacerle un hueco. No los ha hecho quedar mal. El tres de agosto pasado, ante los Bravos en Atlanta, sacudió su primer bambinazo y desde entonces no ha parado de sumar hazañas.
“Siempre confié en mi talento porque sabía que tenía la capacidad para poder batear. Nunca me descuidé en mi trabajo y ahora aprovecho esta oportunidad al máximo”, señaló.
Jugar con Licey
Aquino, padre de dos hijos, espera poder jugar con el Licey en la venidera temporada otoño-invernal. “Yo espero que sí, quiero jugar. Aún no hemos hablado de eso (con la organización), pero ese es mi deseo. La pasé muy bien con el Licey”, dijo el patrullero que era del Escogido.
Aquino necesita cinco jonrones para llegar a los 20. “Falta mucha pelota, así que vamos a seguir trabajando fuerte para sumar más”, dijo Aristides. Que no se ponga en duda que puede hacerlo.