Los Thunder ponen el 2-1 comandados por Westbrook
Al Hecho. | No cabía otra posibilidad. Tras las dos derrotas en Oregón, el partido de anoche era un must-win para los Thunder si querían seguir vivos en la eliminatoria, y los de Donovan cumplieron con dicha premisa tras tumbar a los Blazers por 120-108. Hay vida en Oklahoma, y gran parte de la culpa la tiene Russell Westbrook.
Tras un nefasto Game 2, Russ sabía que este debía ser su encuentro. Él mismo definió como “inaceptable” su 5/20 en el tiro del martes, y él, en su infinita cabezonería, no tenía otra idea en mente que redimirse con el regreso de la serie al Chesapeake Arena. 33 puntos, 11 asistencias y 5 rebotes después, podemos decir que lo ha logrado. Pero es solo un primer paso. Su equipo necesita más y lo sabe.
Damian, un enemigo a la altura
Frente a él, el base se encontró con un Damian Lillard dispuesto a brindar un duelo para el recuerdo. Cuando el 61-45 que reflejaba el marcador mediado el tercer parcial podía invitar a imaginar un triunfo relativamente plácido de los locales, Dame activó su mejor versión y dinamitó el encuentro con 23 puntos en dicho cuarto para acercar de nuevo a los suyos (88-84). Fue una invitación al juego. Un primer movimiento en el tablero que exigía una contestación. Y la hubo.
Westbrook se encargó de anotar 14 de sus puntos en el último cuarto, y lo hizo con un 5/6 en el tiro que le permitió redondear un 50% de acierto en el cómputo global. Esta vez, no obstante la respuesta de Lillard no llegó. El de los Blazers, muy bien cerrado tanto por George como por Schröder, solo pudo sumar 3 puntos en el último periodo tras errar todos sus lanzamientos de campo, otorgando así la victoria a Russ en el duelo de la noche. Ahora es él quien tendrá que redimirse en el Game 4, y nadie duda de que ya está pensando cómo hacerlo.
Poca ayuda para Lillard
La actuación de Lillard estuvo bien apoyada por C.J. McCollum y Enes Kanter, autores de 21 y 19 puntos respectivamente, pero nadie más en los Blazers dio el paso adelante que la situación requería. Es más, ni siquiera el pívot turco estuvo a la altura, pues, si bien cumplió en ataque, sus carencias defensivas desangraron a Portland. OKC le buscó con insistencia en determinados tramos, y logró que sus más que conocidos problemas se hicieran ostensibles por primera vez en la serie. Terry Stotts tiene algo en lo que trabajar de cara al domingo.
En los Thunder, los números en el triple fueron sin duda la mejor noticia de la noche. Tras dos partidos horrorosos en este aspecto, Oklahoma firmó un excelente 15/29, que pudo ser mejor de haber encontrado un Paul George más entonado. El alero terminó con 22 puntos, pero necesitó lanzar 17 tiros libres para ello, pues sus problemas en el hombro parecen seguir lastrando su juego. Quienes sí estuvieron más finos fueron Jerami Grant con 18 tantos y Dennis Schröder con 17.
Esta victoria es una gran noticia para los de Donovan, pero de nada servirá si no es acompañada por otro triunfo en el duelo del domingo. Volver a Portland con 3-1 en contra supondría un problema que el proyecto no puede permitirse. Han pasado las primeras curvas, pero aún queda mucha carretera por delante, y desde luego no es el tramo más tranquilo.