Desastre de los Lakers ante Philadelphia (105-121)

Al Hecho. | La mala noticia es que estos Lakers no funcionan bien sin LeBron James, por mucho que duela a sus aficionados leer esto y por mucho que nos empeñemos en que es un equipo joven y todo eso. La buena, es que el propio James vuelve seguramente el jueves, ante los Clippers, listo para reflotar una nave que sin él camina 6-11 desde el 25 de diciembre.

Philadelphia, sin piedad

Ayer, nuevo capítulo de estos inconsistentes Lakers, quizá ajetreados por todos los rumores de traspaso que hay alrededor de la franquicia. Ya saben, que si viene Anthony Davis y salen unos cuantos a cambio de La Ceja, que si Lonzo Ball quiere un tercer destino donde pueda ser el base referente… Todo eso, más los 76ers y la baja de LeBron, pero también de Kyle Kuzma y la del propio Ball, se juntó en una coctelera de agrio sabor y malísimo resultado. No le supo  bien la noche a los Lakers, barridos por los 76ers en su propio Staples Center (105-121).

No busquen un partido con historia porque no lo hubo. Es decir, sí, que los Sixers barran a los Lakers a domicilio, que lleguen a vencer por 24 puntos o que nunca pierdan la iniciativa en el electrónico es una buena historia de por sí. Pero lo que queremos decir es que solamente hubo un ritmo, un dominador, unos Sixers que recuperaban a Jimmy Butler (20 puntos) y que con el 20-39 del primer parcial dejaron muy claras las bases de por dónde se iba a mover la noche.

Ingram, récord insuficiente

Los Lakers solo ganaron un cuarto, el segundo (33-25 para 53-64). Espejismo absoluto, porque la noche iba a discurrir por otros caminos. Eso sí, Brandon Ingram fue el más destacado, quién sabe si revalorizando su cartel ante una posible salida. El joven jugador firmó 36 puntos, su récord personal anotador en la NBA y la segunda vez que supera los 30 tantos en sus tres cursos como profesional. Ingram, 16/20 en tiros de campo, con 0/0 en triples, fue el mejor de los angelinos, solo auxiliados por JaVale McGee, 17 puntos y 14 rebotes.

En los 76ers, los de siempre, fruto de un equipo bien conjuntado que está en el lugar que está del Este por algo. Además de los 20 puntos de Butler, Joel Embiid firmó 28 unidades, 11 rebotes y 6 asistencias, Ben Simmons dejó su clásica hoja completa, completa, merced a sus 19 tantos, 8 rebotes, 6 asistencias, 3 robos y 1 tapón y Mike Muscala, como suplente, registró 17 puntos, 7 rebotes y 3 triples. Philadelphia perdió 12 balones por 21 de los Lakers, donde Rajon Rondo (5) fue el máximo exponente de esa sangría.

Los 76ers, 33-18, son cuartos del Este. Los Lakers, 26-25 y día a día empeorando su balance, son novenos del Oeste, a 2,0 victorias de los puestos de playoffs, que cierran ahora mismo los Clippers, su rival de este jueves. Acaba enero ese día y el triunfo se antoja vital, de urgencia, para los de Luke Walton si no quieren más problemas.