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Los Celtics, a un partido de volver a unas Finales NBA

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Sigue la máxima de estas Finales del Este, esa que dice que no hay victorias visitantes. Cinco duelos hasta la fecha, cinco triunfos locales. El último, en la noche del miércoles. Boston doblegó con claridad a Cleveland (96-83) y coloca el 3-2 en la serie, que le deja a uno solo triunfo de regresar a unas Finales de la NBA, escenario que no pisa desde 2010.

Por algo caminan los de Brad Stevens 10-0 en el TD Garden en estos playoffs. Y por algo van 1-6 lejos de Boston. Nada es casual. Los Celtics son un equipo brutal en casa, que adolece de esa vitalidad a domicilio.

Los Celtics tienen la ocasión este viernes de tomar Cleveland y de sentenciar la serie. Sería el final de los Cavaliers en la 2017-18 y quizá de los Cavaliers tal y como les hemos conocido contemporáneamente, sin LeBron James, exhausto en el Game 5, decide coger la puerta.

Siempre Boston
Los Celtics dominaron de principio a fin el partido y vuelven a tener la iniciativa de todo. Para Cleveland, por momentos un equipo mediocre, sin sentido, sin rumbo, solo en brazos de un James que dio muestras de agotamiento físico y mental, ya no hay red. O sacan adelante el asunto el viernes en el Quicken Loans Arena o todo se habrá terminado.

Y sí, las caras de un equipo y otro ya sea en casa o a domicilio son muy diferentes, pero los de Tyronn Lue van a necesitar otra epopeya de LeBron para llegar al Game 7, que volvería a jugarse en el Garden, el domingo. Para ello deben vencer el viernes, inicio del camino de cara a levantar un 3-2 en contra que los Celtics cimentaron con esfuerzo, con brega, sin demasiada brillantez. No se trató el 96-83 del mejor partido de la serie. Más bien lo contrario. Pero llegados a este punto, seguro que la vistosidad es algo completamente secundario para los protagonistas.

Un parcial de 18-5 en el primer cuarto, para 27-17, enseñó de lo que iba a ir la contienda. Cleveland era un equipo anárquico donde salvo el de siempre, nadie producía. Su rival, con esa citada falta de fastuosidad en el juego pero con trabajo de campo, cimentaba poco a poco su ventaja. Salvo los minutos de la basura, Stevens limitó la rotación a siete jugadores, al estilo de Mike D’Antoni en el Game 4 de las Finales del Oeste. ¿Para qué cambiar lo que funciona? Al término del primer cuarto, 32-19 para Boston.

La oportunidad de Cleveland
Los Celtics disponían del control del partido y sin embargo, salvo en los momentos finales, no terminaron de cerrar el choque. Siempre volvía Cleveland, en arreones puntuales, en fogonazos construidos por James, por Jordan Clarkson o por Kyle Korver. Pero era eso, calidad individual más que una respuesta a un juego colectivo.

Decíamos que Boston dominaba todo al principio del segundo cuarto cuando una personal de Marcus Morris sobre Larry Nance Jr. desató una pequeña riña en pista, donde se metió Terry Rozier y que espoleó, técnica a su favor mediante, a Cleveland. Del 36-19 se viró al 36-28, con un parcial de 0-9 para los de Ohio. Pero Boston tiene mimbres y nombres suficientes para cortar de raíz cualquier sublevación. Y más en casa.

Pronto pudo apagar el fuego, despegarse un poco más en el electrónico y volver a recuperar esa comodidad incómoda, en el sentido de que tenían la manija pero no terminaban de irse del todo. Ni Cleveland de entrar.

A la vuelta del descanso, lo mejor para los Cavs era el resultado (53-42). En un partido lamentable, tenían todavía vida. Cleveland ajustó la defensa en los instantes iniciales del tercer cuarto, pero jamás encadenó esos puntos que pudieran hacer pensar que era algo más que lo dicho, acelerones puntuales.

Tatum, el mejor
En toda esta inconsistencia rival, Boston no perdía la calma a pesar de que no sentenciaba. Navegó próximo a las ventajas de 20 puntos, con Jayson Tatum al timón. El novato, excelso en estos playoffs, registró 24 puntos, 7 rebotes, 4 asistencias, 2 robos y 2 tapones. Junto con Al Horford, solo inquietado por ese rato de Larry Nance Jr., y 15 puntos y 12 rebotes, señaló la mejor producción local.

En Cleveland, 41,9 por ciento de acierto en tiros de campo y casi 20 abajo al inicio del último cuarto, Lue creyó en lo imposible y aguantó a LeBron, 26 puntos, hasta que la evidencia del desastre era total. Se ha hablado mucho de lo solo que está James en todo esto y la noche de Boston fue otra muestra. J.R. Smith, 1 punto; Tristan Thompson, 1 punto y 6 rebotes; George Hill, 7 tantos y 2 asistencias. Los tres son titulares. El problema es a quién mete Lue si decide dar un giro a todo esto para el Game 4. Quizá José Calderón, relegado otra vez a los minutos de la basura.

La historia de James en Cleveland puede tocar a su final este viernes. De cosas peores ha salido él y la franquicia, pero por mucho que Boston fuera de casa baje muchísimo, el riesgo de volver a jugar sin red, el 3-2 en contra, la poca aportación de casi nadie en Cleveland hace pensar que solo un estratosférico LeBron James, de nuevo, puede achicar todo el agua que amenaza con ahogar a los Cavs.

Fuente: nbamaniacs

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