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El mayor trauma es el chatarraje en la República Dominicana

El mayor trauma es el chatarraje en la República Dominicana

El mayor trauma del sistema de transporte público de pasajeros son las chatarras que lo componen, a las que cada año se les agregan más vehículos cuya vida útil se agotó muchos años atrás. En realidad, muy pocos vehículos nuevos o de corta data de fabricación circulan en nuestras calles. El chatarraje es lo predominante y apabullante, pero también lo más contaminante.

Sin dejar de reconocer que estamos atiborrados por una densidad vehicular causada por la entrada de miles de jeepetas y automóviles nuevos para uso privado, la llamada “masifi cación del transporte” sigue siendo una prioridad no satisfecha todavía.

Esos vehículos nuevos no andan todo el día, de arriba para abajo, en nuestras calles y avenidas. Los que sí inundan las vías son los conchos en mal estado, inseguros, destartalados, con gomas lisas, fallas constantes de motor y sin luces delanteras o traseras, lo cual es fácil descubrir en horas de la noche.

Esta masa vehicular es el mayor factor de trauma del sistema y por eso es menester que el Gobierno, al amparo de la nueva Ley 63-17, proceda a su retiro y sustitución por unidades nuevas de mayor capacidad para transportar pasajeros.

Con la entrada en operación del Teleférico del Este y otros semejantes que se proyectan para otras zonas del Gran Santo Domingo y la ampliación de las rutas del metro, los autobuses son los que mejor encajan en un sistema articulado de transferencias de pasajeros.

Hacia un modelo como este es que debemos apostar para ir corrigiendo los serios problemas del tránsito vehicular en nuestra capital, sin soslayar por supuesto la necesidad de abrir más parqueos y cambiar el sentido de circulación de muchas vías para darle más fluidez.

Vía | Editorial Listin Diario

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