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Doc Rivers pudo durar seis días como entrenador de los Clippers

Al Hecho. | Por mucho que sepamos de la NBA, por muchos medios que la cubran, siempre hay historias que quedan en la sombra hasta que el protagonista desea contarlas. Ese es justo el caso de aquel momento en el que , seis días después de firmar como entrenador de Los Angeles , renunció a su puesto por la intromisión de Donald Sterling –entonces propietario del equipo–, en el fichaje de J.J. Redick.

Nos remontamos a 2013. Rivers, tras nueve años dirigiendo a los Boston Celtics, decide partir a Los Ángeles para hacerse cargo de los Clippers. Todo está en marcha en lo que parece un proyecto ganador. El equipo cuenta ya con Chris Paul, Blake Griffin y DeAndre Jordan, a los que está a punto de agregarse J.J. Redick mediante un sign-and-trade. Justo en este momento estuvo a punto de irse todo al traste. Así lo narra Doc a Arash Markazi del Los Angeles Times.

“Llevaba seis días en el trabajo y renuncié. El acuerdo con Redick se concretó y todos dijeron que era un gran negocio. Fui a mi casa en Orlando un par de días y recibí una llamada de Andy Roeser (entonces presidente de los Clippers) diciéndome que Donald Sterling había decidido no cerrar el trato. Le dije: ‘¿Qué quieres decir? Ya está hecho. J.J. es un agente libre. Renunció a otro acuerdo para firmar con nosotros. Si no lo hacemos, nunca firmaremos otro agente libre. Es nuestra palabra”, comenta antes de recalcar su conversación con Sterling.

“Me puse en contacto con Donald y me decía que su palabra seguiría siendo respetada… Yo estaba en el parking del aeropuerto gritando: ‘¡No, no, no! ¡No vas a hacerlo! ¡Es mi reputación!’ Él continuó hablando de lo respetado que era… Finalmente le dije: ‘Si no haces el traspaso, renuncio’. Él dijo: ‘No puedes renunciar, firmaste un contrato de cinco años, me aseguraré de que no entrenes en ningún lado’. Contesté: ‘No pasa nada. Encontraré un trabajo…”.

Por alguna razón que se desconoce, Sterling cambió de opinión y un día después Roeser llamaba a Rivers para comunicarle que el acuerdo con Redick estaba hecho. “Todavía no tengo ni idea de lo que pasó. Creo que Donald simplemente cambió de opinión, pero yo había renunciado”. El resto de la historia es de sobra conocido. Doc se mantuvo en su cargo y es hasta hoy técnico de los Clippers. Sterling por su parte fue obligado a vender el equipo en 2014 tras realizar unas declaraciones racistas que fueron castigadas con su suspensión de por vida por parte de la NBA.

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