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Ankara y Moscú acuerdan plazo suplementario a yihadistas para dejar Idlib, en Siria

Turquía y Rusia dieron este martes un plazo suplementario para retirarse a los yihadistas presentes en la provincia siria de Idlib, aduciendo que el acuerdo alcanzado el mes pasado en Sochi (Rusia) se mantiene en vigor a pesar de la expiración de su principal fecha límite, la víspera.

El lunes, el plazo oficial para la salida de los combatientes radicales, en particular los de Hayat Tahrir al Sham (HTS), de la futura «zona desmilitarizada» había expirado. No fue precedido por ningún movimiento o señal de una retirada, lo que arroja dudas sobre el acuerdo, cuyo objetivo sería evitar un nuevo baño de sangre en el último gran bastión insurgente de Siria.

«Según las informaciones que recibimos de nuestros militares, el acuerdo está vigente y el ejército está satisfecho con la forma en que trabaja Turquía», dijo este martes el portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov.

En la misma línea, el ministro de Relaciones Exteriores de Turquía, Mevlüt Cavusoglu, también se mostró tranquilizador.

«No hay ningún problema en lo que concierne al retiro de las armas pesadas (que estaba previsto para el 10 de octubre), y tampoco parece haber ningún problema por la retirada (…) de ciertos grupos radicales», declaró.

El acuerdo ruso-turco concluido en Sochi el 17 de septiembre prevé una «zona desmilitarizada» para separar los territorios controlados por el régimen de Bashar al Asad de los ocupados aún por rebeldes y yihadistas.

Según este acuerdo, las armas pesadas de los grupos rebeldes y yihadistas debían ser retiradas antes del 10 de octubre, en tanto los segundos tenían hasta el 15 de octubre para abandonar la zona «tampón».

El primer plazo fue globalmente respetado, no así el segundo

– «Ninguna retirada» –

«No hemos observado ninguna retirada o presencia de patrullas en la ‘zona desmilitarizada'», señaló este martes el director del Observatorio Sirio de Derechos Humanos (OSDH), Rami Abdel Rahman.

Y «ninguna señal permite presagiar» una retirada, añadió.

La «zona desmilitarizada», de entre 15 y 20 km de ancho, incluye, además de los sectores de Idlib, partes de las provincias vecinas de Alepo, Hama y Lataquia.

El ejército turco y la policía militar rusa deben vigilar esta área con patrullas conjuntas, en virtud del acuerdo.

Hasta ahora, los yihadistas de HTS han prometido continuar la lucha.

«No abandonaremos nuestras armas», advirtieron el domingo, sin decir claramente si rechazan el arreglo Ankara-Moscú, tras haber aceptado retirar sus armas pesadas de la futura zona «tampón», según el OSDH.

Los analistas ven en la reacción rusa una ampliación ‘de facto’ del tiempo necesario para concretar la segunda fase del acuerdo de Sochi. Las partes son conscientes de que era muy difícil implementar (la retirada) dentro del plazo inicial.

Según el periódico sirio prorrégimen Al Watan, Ankara habría pedido a Moscú tiempo adicional para influenciar sobre HTS.


El lunes, el ministro de Relaciones Exteriores sirio, Walid al Muallem, señaló que su país «espera» la reacción rusa sobre la retirada de los yihadistas, recordando que sus «fuerzas armadas están dispuestas en los alrededores de Idlib».

Los expertos consideran que el acuerdo prevé «un margen de maniobra», en referencia al plazo de retirada. El mismo no menciona a los grupos yihadistas, sino «radicales» en general.

En cuanto a HTS, parece que coexisten dos tendencias, una «moderada» que apoya el acuerdo y otra que lo rechaza. Inclusive, la primera estaría dispuesta a integrarse en el Frente Nacional de Liberación (FNL), una coalición rebelde pro Ankara.

Según expertos, Turquía «no ha realizado el menor esfuerzo para alejar a los yihadistas de Idlib o de la ‘zona desmilitarizada’ (…) Lo que pone en duda su intención real de poner fin a la zona refugio de Al Qaida en Siria».

Los siete años de guerra en Siria han provocado más de 360.000 muertos y millones de desplazados y refugiados.

Por: AFP

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