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El verano de Phoenix Suns

Otra temporada perdedora y como el peor equipo del Oeste. Los Suns finalizaron la 2018-19 con un balance de 19-63 y uno de los tres peores registros de toda la NBA, solo empeorado por los Knicks e igualado por los Cavaliers. Lo que iba a ser una campaña de un cierto salto adelante, con el entrenador Igor Kokoskov a los mandos y el número 1 del Draft DeAndre Ayton se quedó en lo de siempre en los últimos años: una franquicia que no pisa los playoffs desde las Finales del Oeste de 2010. Dicho esto, a peor seguramente no se pueda ir. El equipo mostró capacidad competitiva contra algunos gigantes de la liga y, aunque no se ha movido de forma descarada en el mercado de agentes libres, ha trabajado de manera aseada.

Movimientos

Antes de que arrancara la Agencia Libre la gerencia de la entidad de Arizona, con James Jones confirmado en su cargo de GM en abril, ya tenía mucho dispuesto sobre la mesa. En un mercado el de Phoenix que no es espectacular ni muy atractivo, han conseguido algunas buenas cosas. La noche del Draft adquirieron a Aron Baynes vía Boston y desde el minuto 1 dijeron que lo iban a usar para jugar. Que Phoenix quiere competir se empezaba a dibujar ya con este movimiento o con el traspaso de  desde Minnesota a cambio del número 6 del Draft de 2019.

Al lado de eso, se quitaron de encima los casi 40 millones de dólares que le quedaban por percibir a T.J. Warren, al que enviaron a Indiana sin haber estrenado su extensión de contrato suscrita en 2017 y que entraba en vigor ahora, y asumieron que la historia de Josh Jackson, empaquetado con D’Anthony Melton a los Grizzlies, había sido un tremendo error.

Sin interés por retener a , llegado desde Memphis, y con ganas de hacer cosas, apostaron por darle ya el 1 de julio a  un contrato de tres cursos y 51 millones de dólares. Movimiento potente —y muy cuestionado por sus rivales—, quizá el más destacado de su Agencia Libre, porque pudieron pescar a un base cotizado que apuntaba a Indiana. Al lado de esta firma, la renovación de Kelly Oubre Jr. fue otro de los caballos ganadores de un mes de julio donde añadieron por buen precio a Frank Kaminsky y a Cheick Diallo. Los novatos Cameron Johnson, pick 11 del Draft adquirido desde Minnesota en la operación de Saric, y Ty Jerome, número 24 desde Boston en el traspaso de Baynes y ganador de la NCAA 2019 con la Universidad de Virginia, completan una saludable labor de las oficinas de los Suns.

Fichajes frustrados

No ha sido en los últimos tiempos Phoenix una plaza que optara a los grandes agentes libres y en el verano de 2019 la cosa no ha variado. Salvo alguna conjetura descabellada su nombre nunca asomó como potencial destino de las estrellas de turno, véase Kawhi Leonard, Anthony Davis, Russell Westbrook… De lo que ha trascendido, no se puede decir que hayan fracasado en nada. Han ido a por algunos tiros que han dado en la diana en su idea de construir para el futuro, por mucho que ese porvenir ponga algo nervioso a sus aficionados.

Plantilla

Bases: Ricky Rubio, Ty Jerome, Jalen Lecque, Jevon Carter, Élie Okobo.

Escoltas: Devin Booker, Tyler Johnson, David Kramer (contrato de Training Camp).

Aleros: Cameron Johnson, Kelly Oubre Jr., Mikal Bridges.

Ala-Pívots: Frank Kaminsky, Tariq Owens, Cheick Diallo, Dario Saric

Pívots: DeAndre Ayton, Aron Baynes.

Directiva y cuerpo técnico

Desde el despido a inicios de la 2017-18 de Earl Watson como entrenador jefe han estado los vientos revueltos en Arizona. El propio Watson habló tiempo después de todo aquello y dijo que la franquicia no tenía rumbo, no tanto por su cese como por las formas, ya que lo tenían decidido antes de que arrancara el curso pero le dejaron en liza unos cuantos partidos. Ahora, con Monty Williams de regreso al puesto de primer entrenador de una franquicia de la NBA y la estabilidad en la zona de GM con James Jones al frente, Phoenix ha armado un proyecto coherente.

Objetivos

Puede sonar a mantra repetido y algo cansino para una franquicia que parece atascarse en lo mismo, pero el plan no debe ser obsesionarse con ganar y ganar. Y más en el duro Oeste. Lo de formar y construir debe darse, sobre todo en una escuadra renovada, con casi nadie de la lastimosa 2018-19, incluida la salida de Kokoskov, y con las esperanzas de Booker, Oubre y Ayton. Porque son jóvenes y pueden encajar perfectamente con otro par de piezas veteranas por experiencia, no por edad, como Ricky y Saric. Un buen quinteto, con el oxígeno de figuras como Baynes, suficiente para no volver a penar durante meses y meses.

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